Eran muchos los rituales dedicados a las deidades del agua en la cultura Azteca, pero el principal era a Tláloc, considerado el Dios de la Lluvia, al cual se le solicitaba siempre, el favor de la lluvia para que hubiera abundante agua para obtener buenas cosechas.
En todos los rituales de esta temporada, los Aztecas incluían en sus ceremonias el YAHUTLI (Hierba mexicana de origen, llamada popularmente pericón, la cual sólo se cosecha en esta época de lluvias). Y el IZTAHUYATL (Artemisa, hierba suave y oscura), la cual también es de la temporada de lluvias. Estas hierbas llamadas “Hierbas de Tláloc” eran utilizadas en todos los rituales de esta temporada y los altos sacerdotes aztecas las consideraban como hierbas sagradas.
Estas hierbas estaban presentes en todos los rituales de protección, ya que eran consideradas también como hierbas con espíritu vivo.
El fundamento de muchas prácticas quedó perdido o disfrazado con la desaparición de los aztecas, era de esperarse que las costumbres y tradiciones más apegadas al pueblo se perdieran, pero sobrevivieron a aquellas asociadas con Tláloc, dios del agua y de la lluvia y con el grupo de dioses y diosas ligados a él, porque los dioses del agua y de la fertilidad fueron de suma importancia para las poblaciones agrícolas.
Los sacerdotes tenían el deber de la provisión de Yauhtli para usos ceremoniales, desde la fiesta de Chicomécoatl o Xilonen, Diosa del maíz, de la vegetación y de la fertilidad hasta Centéotl, Diosa del maíz y de las bebidas embriagantes ceremoniales, los sacerdotes debían suministrarlo por igual.
La relación entre los dioses del maíz y el dios del agua eran costumbres muy comunes para los Aztecas.
En la actualidad estas hierbas las hemos adoptado como una forma de limpiar la energía del cuerpo y del espacio, para casa o negocio o individualmente, en rituales de limpia energética en conexión directa con el agua.
En Sabiduría Chamánica puedes encontrar el Baño de Hierbas de Tláloc, para que realices tu limpia energética desde la comodidad e tu hogar.