Ahwiyak
Esencia Aromática
Cuando recibimos un olor, este estímulo se dirige al sistema límbico del cerebro, lugar donde habita el olfato además de la memoria y los instintos básicos. Esta zona de nuestro cerebro influye en nuestros comportamientos, aunque siempre de manera subconsciente.
Por eso esta ciencia asocia los olores que percibimos con nuestro estado psicológico para provocar una serie de emociones concretas.
Este proceso funciona por la propia neuroquímica del cerebro, desencadenada por los olores percibidos, también influencia los aspectos cognitivos como la percepción, identificación o asociaciones culturales. Este último puede ejercer una poderosa influencia en las reacciones emocionales del sujeto, por lo que resulta de especial interés. Los olores identifican países, lugares, personas e incluso religiones.
Aunque de manera inconsciente, las personas generamos juicios de valor a partir del aroma que desprende una persona, tan sencillo como, el hecho de entablar una conversación con alguien cuyo olor nos desagrada, crea una negativa predisposición y viceversa.