El relato mítico con el que nos permite comprender fácilmente y en profundidad por que tantas personas les cuesta conectar con el chamán interior, porque la gente se resiste a conocer ese recurso tan fabuloso, es difícil entender la magnitud de nuestro experimento, la razón del sufrimiento humano y la posibilidad de recuperar la libertad.
El mito de la creación elaborado en torno a los mini yoes, nos da una idea de la naturaleza de los obstáculos, la razón por la que hay un equipo antagónico que intenta derrotarnos al camino hacia nuestra meya. A diferencia de la explicaciones estadísticas de la ciencia, este mito de la creación nos hace ver con claridad que participamos todos en un juego grandioso, en el que, como cualquier juego, hay maneras de ganar y maneras de perder, pero si perdemos, perdemos solo temporalmente, porque ese juego lo ideamos para que al final terminara en victoria.
Cuando, como resultado de nuestra curiosidad, se creó este sueño de apariencia real a lo que consideramos la realidad, la falsa personalidad o el parasito se creó a la vez. El parasito surgió porque esta realidad era un universo físico basado en el concepto de unidades separadas. La labor de la falsa personalidad es dominar el plano físico, intensificar su tendencia a la fragmentación e impedir que se disuelva. Se alimenta del conflicto y de todo aquello que genere más separación, lo mismo que un incendio forestal se alimenta de árboles y maleza. Los mini yoes, con nuestro de deseo que experimentar lo que era un universo físico sin espíritu, forjamos la falsa personalidad. Se podría decir que este juego experimental fue todo un éxito, a esa falsa personalidad los chamanes la consideran una digna oponente, no una pobre incauta.}
El plano físico se disuelve cuando despertamos del sueño de la separación. Según la tradición chamanica el universo físico es temporal y un día se disipara en el vacío en el vino. Entre tanto, como en un sueño es posible remplazar la pesadilla del plano físico por luz y el resplandor de un sueño nuevo, un bello sueño que vibre al unísono con el espíritu